Hace ya casi once meses empecé a “dejar” de fumar, sabiendo que mi salud y la de mi entorno se iban al traste debido a mi adicción. Es una meta complicada, como para la mayoría de los fumadores habituales, pero una noticia del gobierno me ha hecho reafirmarme en mi postura de fumadora y ver además, en mi adicción, una protesta social.
Como todo el mundo sabe, en 2011 entrará en vigor la ley anti-tabaco anunciada por nuestro “prometedor” gobierno, que reafirma su postura intentando convencer a las masas de que es una medida para mejorar la calidad de vida de los españoles.
Gente de mi entorno, como en el de todos los fumadores, le dan la razón al gobierno sin pararse a reflexionar sobre el asunto:
”Estudios realizados por Greenpeace demuestran que el humo procedente de un fumador medio al mes es menor que el que desprende un coche cada día.”
Sin embargo, los grandes dueños del mundo y de sus habitantes no prohíben el uso de vehículos privados, como es de comprender si tenemos en cuenta que la mayoría de esas personas no conocen ni siquiera el coste de un billete en el trasporte público.
A la única conclusión que logro llegar con todo esto es que con esa “fabulosa” ley anti-tabaco están comprobando el grado de sumisión al que nos tienen sometidos, y como era de esperar, una vez más, ellos salen ganando.
Hace un tiempo, hicieron que los dueños de bares, restaurantes, etc. Habilitaran una zona exclusiva para fumadores y advirtieran en la entrada si estaba permitido o no el consumo de tabaco, inversión que no fue posibles para todos, como era de esperar.
En 2011 cuando se active la famosa ley nadie les devolverá a esas personas el dinero que gastaron en dichas reformas, es más, serán multados si alguien fuma en unos espacios que el gobierno les animo a habilitar ¡Únicamente para ese uso!
Juegan con cada uno de nosotros como si de marionetas se tratase, pero he de admitir que los culpables somos nosotros por no haber cortado los hilos con los que nos manejan desde arriba.
Me despido con un mensaje para el senyor president:
No es necesario crear leyes absurdas. Vende los coches que los españoles le pagan a tu gobierno, aplica en tus hijas esa educación pública de la que tanto presumes y utiliza el dinero que ahorrarías simplemente con esas dos medidas para crear empleo, te aseguro que la calidad de vida de un país al que estas dejando en la miseria mejorará, sin necesidad de que yo y otros tantos millones de fumadores dejemos la única droga legal que nos ayuda a calmarnos un poco cuando vemos tu cara de gilipollas.
Como todo el mundo sabe, en 2011 entrará en vigor la ley anti-tabaco anunciada por nuestro “prometedor” gobierno, que reafirma su postura intentando convencer a las masas de que es una medida para mejorar la calidad de vida de los españoles.
Gente de mi entorno, como en el de todos los fumadores, le dan la razón al gobierno sin pararse a reflexionar sobre el asunto:
”Estudios realizados por Greenpeace demuestran que el humo procedente de un fumador medio al mes es menor que el que desprende un coche cada día.”
Sin embargo, los grandes dueños del mundo y de sus habitantes no prohíben el uso de vehículos privados, como es de comprender si tenemos en cuenta que la mayoría de esas personas no conocen ni siquiera el coste de un billete en el trasporte público.
A la única conclusión que logro llegar con todo esto es que con esa “fabulosa” ley anti-tabaco están comprobando el grado de sumisión al que nos tienen sometidos, y como era de esperar, una vez más, ellos salen ganando.
Hace un tiempo, hicieron que los dueños de bares, restaurantes, etc. Habilitaran una zona exclusiva para fumadores y advirtieran en la entrada si estaba permitido o no el consumo de tabaco, inversión que no fue posibles para todos, como era de esperar.
En 2011 cuando se active la famosa ley nadie les devolverá a esas personas el dinero que gastaron en dichas reformas, es más, serán multados si alguien fuma en unos espacios que el gobierno les animo a habilitar ¡Únicamente para ese uso!
Juegan con cada uno de nosotros como si de marionetas se tratase, pero he de admitir que los culpables somos nosotros por no haber cortado los hilos con los que nos manejan desde arriba.
Me despido con un mensaje para el senyor president:
No es necesario crear leyes absurdas. Vende los coches que los españoles le pagan a tu gobierno, aplica en tus hijas esa educación pública de la que tanto presumes y utiliza el dinero que ahorrarías simplemente con esas dos medidas para crear empleo, te aseguro que la calidad de vida de un país al que estas dejando en la miseria mejorará, sin necesidad de que yo y otros tantos millones de fumadores dejemos la única droga legal que nos ayuda a calmarnos un poco cuando vemos tu cara de gilipollas.